“Alessandro”

Entré al salón buscando a Patrício, pero no pude encontrarlo ni a él ni a Rick. ¡Mierda! ¡Todo me daba vueltas! Necesitaba salir de allí. Decidí ir a mi oficina y tumbarme un rato.

Empecé a cruzar el salón, saludando con la cabeza a algunas personas. Sentí unos brazos alrededor de mi cintura y un perfume empalagoso. Cuando me di cuenta, Ana Carolina me arrastraba por el salón hablando con algunas personas. Pero estaba tan mareado, tan borracho otra vez, que ni siquiera podía alejarme de ella.

Me sacó del salón y empezó a besarme. Intenté detenerla, pero no me soltaba y no tuve fuerzas para apartarla. Llamó al ascensor y me empujó adentro.

—Alê, veo que estás borracho. Vamos a tu oficina, descansa un poco, bebe un poco de agua y luego volvemos. —Dijo con esa detestable voz de cuervo que tiene.

—Ana Carolina, suéltame, voy a buscar a Patrício. —Dije con dificultad.

—Pues haz esto: ve a tu oficina, yo buscaré a Patrício y le diré que venga. —Dijo, y asentí, pero solo me di c