“Alejandro”
Estaba hecho un manojo de nervios. Aún no he recibido los resultados de las pruebas, pero ya estoy seguro de que el hijo de Ana Carolina no es mío. Sólo quería los resultados inmediatos para acabar con ese circo.
El teléfono de mi escritorio sonó y cuando contesté, Samantha dijo que había alguien en la recepción que quería verme. Era sólo Liz. ¿Pero qué hacía ella aquí? Le dije a Samantha que podía dejarme entrar, pero que me encontraría con ella en la sala de reuniones.
Cuando Sam me dijo que había llegado, terminé el correo electrónico que estaba escribiendo para enviar a un cliente y salí de mi oficina. Cuando llegué a recepción Liz simplemente saltó sobre mi cuello y me besó.
- ¡Excelente! ¿Ahora la perra va a frecuentar la empresa? – dijo Patrício, que salía de su habitación.
- ¡Buenas tardes para ti también, tonto! – respondió Liz.
Suspiré y me giré para mirar los ascensores y fue solo entonces que vi a Catarina parada con Rick, quien estaba sacudiendo la cabeza haci