Siente el corazón latir desbocado, esto no es igual a otras misiones, están muy superados en número y sus soldados más fuertes están heridos. Owen le pasa algo a Jenkins, intrigada se acerca un poco para ver mejor y nota que son dos bombas de humo. Las últimas, si todo sale mal, estarán perdidos. —Muy bien, todos listos —comienza a decir Jenkins—. Ya saben que la primera bomba es la señal, Miriam y Carlo traerán el fuego mientras Steve y Amy van por la niña. Con la segunda bomba entraremos a la alcantarilla y rezaremos para que las llamas sea tan fuerte arriba que no nos sigan. ¿Todo claro?
Con un silencioso asentimiento responden. Hasta Steve ha perdido su rostro de pocos amigos, algo más se ha anidado en esos ojos azules, miedo. Catarina respira hondo y Jenkins arroja la bomba. Esta recorre una distancia ante