Mundo ficciónIniciar sesiónJan me ayudó a sostenerme y con un poco de paciencia, Conseguí mantenerme a cuatro patas, sin sentirme demasiado estúpida.
Salimos de la tienda y fuera, lobos y personas nos miraron con los ojos exorbitados. Jan soltó un pequeño bufido y empezamos a caminar juntos, bajo la luna que reinaba sobre nosotros, como si ella fuera el principal testigo del milagro.
Empezamos a correr por el bosque.
Me adapté rápidamente a mi nuevo cuerpo y sentí una fuerza nueva que me llenaba por completo. Corrimos durante horas sin que apenas sintiera la fatiga.
Jan nos condujo hasta su casa y ya dentro, se volvió a transformar, quedándose desnudo delante de mí.
—Relájate —me aconsejó con una sonrisa—. Busca dentro de ti y encontrarás a tu forma humana. ―Creo que sintió mi malestar―. No te preocupes, porque tu forma de loba también me pone a t







