Las chicas no tuvieron otra alternativa que enviar a Elizabeth sin otra argucia que la que pudiera improvisar de acuerdo con las circunstancias del momento, cuando estuviera enfrentada a Javier, en su oficina, y con quien creían, iba a presentar como su nueva prometida.
—¿Qué tal quedé? —preguntó Emily a Raquel y Marge cuando la estilista terminó de peinarla y maquillarla.
—Eres otra mujer —dijo Raquel cuando contempló el resultado de su trabajo, de más de tres horas, a una sola de salir a la calle y enfrentarse a aquello por lo que había sido creada—. Pero todavía no sé qué personaje de anime eres.
—Es una fusión. —Se apresuró a contestar Marge cuando vio que