En aquel momento llegó Flor que quedó inmóvil al ver aquella escena.
—¡Oye! ¡Mira cómo has vuelto a mi amiga! —Gritó enfadada— ¡ayúdala a levantarse, guache! —Alex miró a Belinda.
—Bueno ya... Disculpa por haberte tropezado, ven, te ayudo a levantar —le volvió a extender una mano. Belinda no sabía el por qué él la estaba haciendo quedar bien, pero obligó a su cuerpo a recibir la ayuda.
Después de esto la ayudó a sentarse en la banca, Belinda se limpió las lágrimas.
—¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó Flor.
—La estaba molestando y bueno... Creo que me he pasado —Alex soltó una pequeña carcajada.
—¡Ya deja de molestarla de esa manera! ¡Mira cómo terminó su rodilla! Vamos al hosp