Retrospectiva
Salgo del hotel y, al llegar a mi auto, meto los folletos que obtuve de la señora Lena en bolsas de nylon. Luego, contesto mi teléfono, que suena.
—¡Colombo, te quiero aquí en este instante! —escucho a Romano gritándome al otro lado de la línea. Con tantas cosas en la cabeza, se me ha olvidado ir a resolver el asunto de mi hijo. Y ahora Rossi se fue con Fabrizio a Palermo.—Romano, ahora mismo no puedo ir —le digo de inmediato—. Sabes que raptaron a Gerónimo, estamos en eso.—¡Está bien, termina con eso! ¡Pero en cuanto aparezca Gerónimo, te quiero aquí con tu hijo! —grita furioso.—Allí estaremos sin falta, no te preocupes —cuelgo y sacudo la cabeza mientras me dirijo a la clínica de Luigi. Al llegar, me encuentro con él y Enzo preocupados en el despacho.—¿Qué pa