184. UN ACUERDO TÁCITO
La noticia trajo un alivio inmediato a Maximiliano. Aunque la preocupación nunca se disipa del todo en las aguas turbulentas de las intrigas familiares, saber que su hermana y Gerónimo estaban bien era suficiente para calmar su mente por el momento. Una vibración en su bolsillo hizo que sacara su teléfono secreto y sonriera. Cristal le había enviado un mensaje asegurando que estaba bien. Le respondió enviando el número fijo de la casa.
—Ya se lo mandé, se acordó de esto. Lo tenía solo por ella, y ahora por ti, Thea mu. ¿Puedo preguntar algo? —dijo mientras miraba el papel con el número de Gabriel D'Alessi y lo guardaba cuidadosamente, consciente de que cada paso hacia la protección de su familia debía estar planificado con precisión.
—Claro, Gatito, pregúntame lo que quieras —respondió Coral, frente a él.
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