12. LA LLEGADA DEL HERMANO
Cristal había hecho la llamada mientras caminaba rumbo a su apartamento. Le pareció que unas sombras la seguían. Rápidamente se escondió y recorrió los pasadizos secretos que su hermano le había enseñado, pasadizos que la llevaban hasta el apartamento sin que nadie la viera. Entró apresurada y se acostó asustada. ¿La habría encontrado Jarret? ¿Sabría de este apartamento? Se lo preguntaba con temor y, al instante, se respondió: no, no es posible. Solo había venido aquí un par de veces, y él estaba en Italia en ese entonces.
Por suerte, había tenido tiempo de hacerse con unos pocos espaguetis, una botella de aceite y un pollo. Con eso tendría suficiente hasta que su hermano llegara por ella. ¡Debió haber dejado comida aquí! Bajó las cortinas del apartamento para evitar que alguien viera la luz. Que