I Am Ashely
I Am Ashely
Por: Dreamy_Mel
Capitulo|1

Quien diría que enamorarse sería tan doloroso, es decir, buscar a esa persona perfecta, "tu media naranja" por así decirlo, ese ser que te complemente a la "perfección", en quien podrás confiar plenamente y no temer de que te defraude y que siempre este para ti en las buenas y en las malas, pues la verdad eso suena muy perfecto para ser verdad.

¿En realidad creen que existe alguien así?

Cabe la posibilidad de que si pero como los seres humanos somos una m****a y estamos en eso de que "Lo más importante no es el contenido del frasco si no su físico"

Lo dijiste mal

Como sea.- Pienso

Que me enlisten como una pesimista, pero así como respeto el pensar de los demás… respeten el mío. Las personas no se enamoran de los sentimientos sino de que tan bueno (a) estas, en que estatus social te encuentras, que tan prestigiosa es tu familia, cuánto dinero cargas en tu cuenta de banco, entre otros... 

El amor de ser algo puro y noble hace muchos años....   

Pero estamos en pleno siglo veinte y paso de ser algo natural a algo forzado, se preguntaran ¿Por qué lo digo? Sencillo: he visto personas que se casan por mero interés, la unión de cuerpo y alma es solo busca por conveniencia, están detrás de una comodidad y lo peor es que lo aceptan y son "Felices" así, según son felices pero seamos realistas… eso no es verdad .

Hoy en día — sin intenciones de generalizar — nos cegamos — me incluyo, porque también soy humana y me he llegado a equivocar - con la idea de buscar a esa persona por un físico envidiable y deseable, alguien que les brinde una posición económica bastante buena o que le beneficie. 

Que te de una comodidad de famosos, lujos sin fin que pueden llegar a ser innecesarios y más… 

Patético.-Pienso.

¿Qué pasa si no cumples con nada de eso?

Yo les diré que sucede: ¡Nada! .El tiempo sigue transcurriendo, la sociedad vive su día a día sin problemas y nadie muere por eso, ¿O acaso ha visto alguien que muera por ello?

Nadie con una ideología de esas, puede venir a decirme que por la humildad, un estatus social aceptable y con una situación económica estable no podrá enamorarse ¿O sí? ¿Enserio lo creen?

¿No nos enamorares algún día? ¿No encontraras a la persona correcta?- Pregunto.

Dejen me decirles que es ¡Falso!, una vil mentira, solo nos estamos dejando llevar por una idea errónea que ha plantado la sociedad, de alguna manera y que las personas de mente cerrada aceptan. Imbéciles.

El amor no es nada malo, es sincero, real y leal sobre todas las cosas, perdona, olvida, cuida, protege pero sobre todo está el hecho de que no busca algún tipo de interés u conveniencia, solo deja ser y respeta el alma del otro. ¡Solo es Amor! Nada tan verdadero como eso.

Soy de esas chicas cerrada a las expresión de sentimientos en público, pero internamente puedo decir que soy la típica niña cliché.- Patético, lo sé.

Si una aclaración cómo esa no es suficiente para dejarles claro, de que va el amor… Pues ya valieron verga y será nada más y nada menos que unos más del montón

¿No saben que es el amor?

Yo menos, porque aunque tengo mis hipótesis y esas ideologías… como va mi vida creo que tampoco lo sabré... 

¿Por qué lo digo?

Pues mi corazón roto y humillado les puede explicar perfectamente el por qué...

Flashback.

Los recuerdos al igual que mi vista, eran distorsionados. Y todo se debía a la cantidad de lágrimas que salían de mis ojos a cantaros.

Uno tras otro me golpeaba y solo trataba de mantenerme firme, pero no podía porque me sentía tan frágil y débil…

Mi subconsciente me torturaba trayendo de regreso esa vivencia al ahora a través de mi memoria, se habían grabado ahí y no podía sacarlo. Dolía, dolía como cuando eres golpeado y cada golpe se sentía más fuerte que el anterior.

Mis ojos hinchados y rojos, mis mejillas se sentían calientes y aseguro que debían estar teñidas de ese color carmesí que nunca me abandonada.- Al menos eso seguían conmigo — Me había sumergido en una especie de limbo lleno de recuerdos. Recuerdos que me dolían hasta el alma.

Con cada Lágrima sentía que me hundía más en lo profundo de un mar, mi madre me había explicado que solo se trataba de un pequeño vaso de agua y que yo era la responsable de verlo: enorme o pequeño.

Lo sentía enorme y que me asfixiaba hasta mas no poder, me asustaba pero sobre todo me hacía sentir débil, se veía horrible y humillante.

- ¿Cariño?

Parpadeo tratando de volver a la realidad y solo siento los golpes al otro lado de la puerta de mi habitación, no deseaba abrir solo quedarme ahí y dejar que los demonios de la oscuridad me consumieran, escalofriante pero profundamente cierto.

Recorro con la mirada lo que es mi habitación, paredes rosa y poster de cuando era niña. ¡Estúpido!

Me podía catalogar como ese libro que comienzas a leer porque te pica la curiosidad peo no vas por el segundo capítulo cuando ya deseas dejarlo, porque es lo peor que has leído. Así me sentía, sin coherencia, una pésima gramática, ortografía malísima y una trama de m****a.

- Hija… ¿Estas bien?

Ella seguía ahí y no quería hablarle, quería estar sola y me molestaba que mi silencio no se entendiera de esa manera. Vuelve a tocar la puerta de mi habitación y sé que bien podría entrar utilizando la llave de emergencia, pero estaba respetando mi privacidad y se lo agradecía encarecidamente.

- Si

Mi voz había salido más cómo un simple murmullo, pero creo que fue lo suficiente audible para que ella calmara su sobreprotección de madre.

- ¿Segura?

Retiro lo dicho. Coloco mis manos en mis ojos y solo suspiro cansada de todo, de llorar, de esconderme, de no ser tomada en cuenta en esta extraña sociedad pero sobre todo, cansada de no poder encajar.

- ¿Amor no te escuchas bien?

Era un ser despreciable, yo era la fenómeno de este lugar y no necesitaba escuchar que me lo dijeran porque yo misma había llegado a esa conclusión.

- ¿Necesitas que entre?

Abro mis ojos de manera abrupta y dejo de respirar.- Ella no puede verme así. Es el pensamiento que viene a mi mente y como apego mi cuerpo a la puerta, me perturba que ella no pueda dejarme sola con mi situación, sino que debe inmiscuirse y ahora necesito estar sola.

Estoy hecha una verdadera m****a y me atrevo a decir que me veo cómo me siento, usada, destrozada pero sobre todo… Alguien sin valor alguno, apretó mis manos en puños y siento la ira subir en mí. Ellos tenían la culpa, pero sobretodo yo por haber permitido que sucedieran las cosas.

Ella vuelve a tocar la puerta y siento que exploto.- ¡Déjame en paz Corinne!

Mi garganta dolía por el grito, me había salido desde lo más profundo de mí ser y aun cuando sentía que me faltaba gritar un poco más, decidida a callar cómo siempre lo hacía. Callar y ya.

La verdad no me gusta ocultar le nada a mi madre, pero si la dejo pasar comenzara con su interrogativo y para ser me sincera a mí misma, es lo menos que quiero porque sería revivir esa noche, recordar sus palabras... Lo que sentí y sobre todo, recordar lo despreciable que soy.

Solo necesitas dormir y tratar de olvidar a ese Maldito Infeliz.- Me dije a mi misma.

- Esta bien amor.- Una lágrima traicionera se me escapa. — Si-SI necesitas algo — Guardo silencio.- Sabes que estoy aquí para ti.

Tapo con mis manos mi boca para no emitir sonido alguno, escucho sus pasos alejarse de la puerta y vuelvo a morir.

- Te quiero hija. 

Y con esas palabras me siento peor que antes, le estaba ocultando mi dolor y si, la necesitaba pero también debía reponerme porque había cosas más importantes que una chiquilla con el corazón roto. Debida madurar y esta era una manera de aprender la lección, de no dejarme llevar y sobre todo aprender que nada es lo que parece.

Fin de Flashback.

Salgo de mi mar de pensamientos y regreso a la realidad que envuelve mi vida, una que ni con todos los libros del mundo para leer me harían olvidar lo que soy, quien soy y de dónde vengo. 

Soy Ashely Jeffries.

 Hijo adoptiva de Corinne Jeffries, todo sucedió hace aproximadamente… disiento, dos (202) meses. 

La hija no deseada… Mi madre biológica no se encontraba tan entusiasmada como para cuidar de mí en este mundo. Así que prefirió dejarme abandonada en el hospital público de Cheswold. Triste ¿No?

Se puede decir que soy una rechazada no solo por la sociedad sino que también por mis padres biológicos, Lindo- Sarcasmo.

Por suerte, la vida tenía un As bajo la manga y pues en ese lugar trabajaba Corinne, como enfermera y lo demás lo deben de imaginar así que no le daré larga al tema.

Cómo ya lo dije, vivo en Cheswold; un pueblo del estado de Delaware, condado de Kent. En la cual cuenta con 1.380 habitantes, dirigido por nuestro alcalde: el señor Louie Finch.

Uno hombre respetado y agradable pero con un carácter que lo define, por desgracia… es el padre del Idiota por el cual estaba total y perdidamente enamorada, y el culpable de que en este momento me sienta como la miseria más grande del planeta.

No sientan pena por mí, que yo misma me doy pena la verdad. Es estúpido.

De mil trescientos ochenta (1.380) habitante en este pequeño pueblo, yo me tuve que enamorar del imbécil más grande de la bolita del mundo.

Alex Finch

Se podría decir que el muy desgraciado esta como quiere, es muy absurdo que luego de tanto aun o diga así, pero no se le puede quitar merito claro que eso no quita lo imbécil, egocéntrico y arrogante que puede ser. Todo por algo sencillo cómo el hecho de haber nacido en cuna de oro, si, es un hijito de papi y mami.

Es una lista sencilla, el primero de la clase, la estrella de Fútbol americano en la preparatoria, sexy y el más deseado por las zorritas del equipo de animadoras. De igual manera considero que eso no amerita que se comporte con un Imbécil.

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