Yelena

Después de un fin de semana muy movido y bastante atípico, el lunes volvimos a la rutina del trabajo, el colegio y las clases extraescolares.

Zack vino del cole super excitado diciendo que era la envidia de sus amigos porque vieron a Izan jugar con él toda la tarde en el parque. Los niños pensaban que era su padre y le dijeron que tenía mucha suerte de tener un papá tan divertido y que jugara tanto con él. Mi pequeño les explicó que el rubio mayor era su tío y se me hizo un nudo en el estómago cuando me dijo que sería una suerte tener un papá como Izan.

La culpa y las dudas se instalaron en mi pecho.¿Realmente había hecho bien al separar a Zacky de su padre?.Estos dos días el Alfa se había portado como un verdadero padrazo pero podía ser por la emoción del momento, la novedad o porque estuviera intentando que me confiara.

No, no podía bajar la guardia. Aunque ahora mostrara su cara de ángel, él seguía siendo el demonio rubio.

Por mucho que me fastidiara tenía que reconocer