El ataque al bosque, hizo que el bosque retumbará por el sonido de las explosiones, Damián sin saberlo había revelado su ubicación actual y los sirvientes de Byakon se apresuraron en atraparlos.
—Muévanse no tenemos tiempo tenemos que salir de aquí—. La voz de la directora sonaba desesperada y angustiada.
—Deberíamos pelear—.
—Joven Clin no sea imprudente—. Damián estaba diciendo estupideces, ninguno estaba en condiciones de pelear, necesitaban huir y no mirar atrás. Louise se acercó a Damián y lo tomó por el brazo, la fuerza aplicada era lo suficientemente alta como para obtener un quejido adolorido de Damián. —Joven Bonnet, no se quede mirando y vayámonos—.
Cuando salieron de su escondite, se vieron rápidamente rodeados por un mar de gente con túnicas negras, Louise maldijo por lo bajo, no permitiría que los vuelvan a capturar, de hacerlo sin duda alguna no tendrían salvación.
La directora sacó una daga que llevaba consigo, la daga era pequeña pero era lo único que tenían para defen