La casa estaba completamente a oscuras cuando Scarlett entró en el camino de entrada. Se deslizó por la puerta principal mientras se dirigía a la escalera. Lo único que quería era llegar a su habitación, procesar todo lo que había sucedido con Mason y decidir qué hacer a continuación.
Pero cuando llegó a la habitación de invitados en la que había estado durmiendo durante días, algo no estaba bien. La puerta estaba ligeramente entreabierta.
Scarlett estaba absolutamente segura de que la había cerrado con llave antes de salir.
Siempre la cerraba con llave, ya que era la única privacidad que le quedaba en esa casa.
Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras empujaba la puerta con cuidado, atenta a cualquier sonido. Fue entonces cuando lo oyó: un ruido en el baño. Un arrastrar de pies, el tintineo de frascos de cristal, alguien revisando sus cosas.
«¿Qué diablos?», susurró Scarlett.
La puerta del baño estaba abierta de par en par y allí estaba Clara, descarada como siempre, de pie fr