—Como sea. Una cosa fue llevando a la otra. Me dijo que hace años me miraba, se imaginaba conmigo, y…

—Han sido bien tontos, entonces. Bebiendo los vientos mutuamente y sin hablarse casi—rodó los ojos—. En el campo la vida es más fácil. Te gusto, me gustas, pin, pan, cama contigo, anillo y niños.

Cheryl no se cansaba de decir que la vida en su pueblo natal, en medio de las montañas y con pasto y ganado como contexto, la gente era más auténtica. Tina sonrió.

—Estamos en la parte de cama contigo.

—¡Muy bien, vaquera!—hizo un gesto con el puño en alto—. Esa es mi amiga valiente. Joder, hoy voy a hacer un alto y voy a tomarme varias copas por ti.

—Él ha logrado que comience a sanar, Cheryl.

—Me alegro—suspiró— Estabas tan frágil, te veía tan rota…—Hizo una pausa— Así que pronto tal vez escuche de planes de boda.

—Quiero retomar la carrera con fuerza. Voy a ponerme más a tiro con los cursos virtuales y eventualmente elegiré una universidad por aquí.

—Buena idea. Cuando lo hagas, guarda un