El entusiasmo la ganó de a poco, y se sumergió en el extenso guardarropa de la menor de los Monahan. No necesitaba nada sofisticado ni caro, o que diera una imagen que no era la suya. Violet era sencilla, aunque tenía un gusto impecable y por supuesto que compraba las mejores marcas. Tenían medidas similares, afortunadamente. Rebuscó complacida, por un buen rato maravillada ante la suavidad de las telas y texturas, hasta que al fin se decidió por algo cercano a su estilo.
Nada sorprendente, unos jeans de diseñador de tiro alto y una hermosa blusa en color rojo sangre que envolvía su cuerpo con delicadeza e insinuaba su cintura pequeña y se moldeaba sobre sus senos sin exponerlos. Una chaqueta corta en color blanco y unos zapatos de tacón mediano completaban el outfit.
Apenas comió algo, y se abocó a hacer algunas de las tareas asignadas. Había tratado de comprometerse con los cursos en línea, pero le resultaba complicado concentrarse. Estuvo lista y ansiosa un buen rato antes de la ho