CAPITULO 57 Yo tengo claro que tú eres la que quiero a mi lado.
—Podemos. Yo tengo claro que tú eres la que quiero a mi lado. Pero si quieres ir más despacio, primero te propongo compromiso, te mudas conmigo y tomamos el tiempo suficiente para planear una boda a tu gusto.
—No tengo demasiadas ambiciones al respecto, me basta con estar contigo. Ni siquiera es necesario la formalidad.
—Lo es. Una vez que he hecho mi cabeza y que estoy plenamente convencido de que quiero tenerte a mi lado, no me gustaría escatimar en nada. Te quiero, Casie y realmente deseo que estemos juntos.
—También yo. Vas a tener que soportar mi recuperación emocional. Tengo pesadillas, me cuesta dormir.
—Eso nos dará oportunidades excelentes para probar nuevas experiencias que seguro te agotarán lo suficiente como para dormir
profundamente—le sonrió.
—¿Está bien así? ¿No es demasiado apretado?
—Esta perfecto. Ni demasiado constreñido ni demasiado flojo.
Incluso en la posición de sumisión la voz de Kaleb era fuerte y mandona, pensó. Lo observó extendido sobre la cama, magnífico