Todos quienes supieran de ella, tal vez se preguntaban cómo había llegado allí. Allí, a aceptar ser la novia de Alex.
Es decir, aún no era su novia oficial, pero claro que aceptaría.
Lo miró y sonrió levemente. Estaba perdida en sus pensamientos y él la miraba, expectante. Le tenía las manos por sobre la mesa y ella no lo estaba viendo a la cara.
—Siento que aún hay cosas que no sabes de mí. —Soltó, fría.
Claro que había cosas sin aclarar, como, por ejemplo, su estabilidad económica. Él la soltó lentamente y achicó los ojos, con desconfianza.
—Tienes razón, no sé nada de tu familia, ni dónde vives.
Llevaban saliendo un mes, aproximadamente. Luego de que le mandara el vídeo privado a