Al fondo de la cafetería se escuchaba Mermaid Princess de Toshiki Kadomatsu. Ella disfrutaba de la buena música y más luego de haber empezado a escribir su primer libro, una historia de amor algo tormentosa. La música le hacía bien, la inspiraba.
Había decidido seguir escribiendo los capítulos mientras se tomaba un café y comía una rebanada de pastel de chocolate. Apenas había salido de su clase de inglés. Admitía que había pasado mucho tiempo estudiando duro por mejorar sus conocimientos en el idioma y aunque aún le resultaba difícil, estaba avanzando a buen ritmo.
Entre su libro, sus terapias, sus clases de inglés y su trabajo como profesora de lengua japonesa en una pequeña academia particular para estudiantes extranjeros, admitía que el tiempo se le hacía corto para hacer muchas cosas.