—¿No te parece que este día está muy perfecto? —Sus cabellos castaños largos se movieron al son del vaivén de la pieza que estaban tocando y una enorme sonrisa le iluminaba el rostro.
—Déjame pensar —volvió a poner la mano en la cintura femenina y siguió danzando—, ¿lo dices porque nuestras gemelas están tranquilas por aquí cerca de su nana, nos casamos hace dos años y ahora mismo estamos bailando en la boda de nuestros dos mejores amigos?
Alba soltó una carcajada, abrazándose mucho a él.
—No lo sé —bromeó, cerrando los ojos, con un regocijo que le inflaba el pecho.
—Sí, no me queda muy claro —también la estrechó, compartiendo el sentimiento.
Dicen que las grandes familias es