Valentino estaba tan enojado que apenas podía ver. Miguel sabía que no debía ir a ninguna parte sin vigilancia. Despedir a Valentino, dejarlo solo para que solucionara el desplante que le hizo a los ancianos fue el menor de los crímenes de Miguel en la mente de el. A él tampoco le importaba que Mino, no le informara cuando este habia decidido salir de las inmediaciones del castillo, sino cuando ya estaban en la aldea. No importaba que le y dijera que estaba vigilando a Miguel y que no habia peligro alguno ya que tenia a tres de los mejores guardianes. El hombre debería haberle escuchado, a este paso terminaria con canas en sus cabello, solo por la preocupacion que generaba proteger a su futuro soberano.
Él era el guardian, por todos los santos. ¿Cómo iba a proteger a su compañero si el hombre no le escuchaba? Solo de pensar la cara de risa que Desmon habia puesto y la situacion que estallo en las cámaras del consejo, Le daban deseos de tirase de su cabello. Primero la guerra de pal