Miguel tiró del cuello apretado alrededor de su garganta, el traje que estaba usando en ese momento no era incomodo como habia anticipado la noche anterior, ahora sabia de que se habia reido Valentino. El traje se ajustaba a su cuerpo y a pesar de que llevaba varias capaz de ropa no se sentía ni pesado, ni le daba calor solo le molestaba el condenado cuello de tortuga.
El Traje era negro en su totalidad solo tenía una distinción de un bordado en las mangas, cuello y en donde se abotonaba, sospechaba que el hilo que se utilizó para el bordado era de oro al igual que los botones del traje. Era agradable, pero él preferiría más un par de pantalones vaqueros y una camisa. Incluso se conformaría con una camisa abotonada. Definitivamente los trajes de etiqueta estuvieran diseñado para que él estuviese cómodo y no limitarán sus movimientos fueran como fueran lo suyo no era llevar este tipo ni estilo de ropa.
—¿Ya terminaste? —Preguntó al pobre sastre por enesima vez, para obtener la misma