Por Rodolfo
Necesito el amor de Kelly, necesito llenar su vida, hoy como nunca, espero el día de nuestro casamiento, quiero tenerla en mis brazos, siempre.
-Ahora tenemos que esperar que no surja nada que me la pueda llevar, es que no puedo respirar tranquilo, fallé como hombre, no la protegí, le falle a mi padre y a Mateo, el hijo de puta de Fernando se tiene que morir en el infierno.
Digo muy angustiado y con la voz quebrada.
-Anda a ducharte y descansa, no le va a pasar nada malo, es joven, fuerte y sana.
-Sí, me voy a duchar y luego voy a su habitación, no me puedo alejar de Kelly, menos hoy.
-¿Te digo lo que pienso?
-Sí, siempre lo hacés.
-Caíste.
-No te entiendo.
-Me entendés.
No quería entender a qué se refería.
-Rodo, te digo que esto no es de ahora, te enamoraste de ella en cuanto la viste.
De nuevo siento algo que sube por mi cuerpo y se instala en mis entrañas.
-No la puedo dejar sola luego de lo que ella pasó hoy.
-Eso lo entiendo, pero no te estoy hablando de hoy, fue una