Alexis:
—Y ese es el plan. ¿Alguna duda?- increpa Eván.
—Ninguna.- farfulla Oleksander.- solo espero que no terminemos todos presos o muertos.
—Si así fuera, nunca te agaches a recoger el jabón en el baño, hermano y ten por seguro que te enterraremos en el “ jardín”.- bromea Mischa y Oleksander lo mira con mala cara.
—¿Estamos todos listos?
—Sí.
—Sí.
—Sí.
Elevo una ceja.
—Tu no vienes, Sofía. Aún te estás recuperando de nuestra última “ situación”.
Me mira ceñuda.
—Me llamo Blanche...y perdóname que te disculpe, pero entrené con Igor y manejo desde hace años. No como tú qué no puedes ni pisar el acelerador, Alexis.
—Uh… ¡quemado!- se burla Mischa.- si mi primo no te quiere en su coche, yo te llevo, bonita.
El pendejo le guiña un ojo y ella sonríe.
Aprieto el mentón.
—Oye, ¡búscate tu italiana, esta es la mía!- farfullo.
¡Maldita y fastidiosa mujer!
La tomo de la mano y tiro de ella, llevándomela mientras cojeo.
Odio mis limitaciones físicas, pero más odio al resbaloso de mi primo.
Con