Azriel estaba sorprendido.
Antes no tuvo la valentía de preguntarle sus motivos y propósitos a Kaleb. Aun extrañaba a su antiguo padre, y era ese fuerte sentimiento el que lo aferraba a él.
—Entonces… ¿los demás Dioses fueron el motivo de su cambio?
—Se podría decir… que sí —le había mentido a su primera creación, temía la reacción que podría tener si supiera que el principal motivo era el deseo de poder y fuerza.
—Además del inmensurable deseo de poder que usted abarca. Un deseo que… disculpe lo que voy a decir, lo llevará a la muerte y sin obtener éxito en el intento. Deténgase a ver lo mal que está. El cuerpo que ha adoptado está muriendo, además de que no posee las mismas habilidades que en Luvixia. ¿Qué le sucedió?
—Ni yo lo sé,