11.
MEGAN
La mañana comienza con un cálido sol entrando por mis poros. Después del fiasgo del desayuno prefiero quedarme en el jardín para terminar mi café matutino, pues pensando en lo que tengo qué hacer, no quiero estresarme más de la cuenta.
Los planes se trazan en mi cabeza. Tengo un itinerario muy detallado de todo lo que va a pasar en los próximos días y si todo marcha bien, al cabo del fin de este mes, toda la familia estará arruinada. Quizás incluso distanciada o hasta divorcios habrá de por medio.
Lo que sí sé, es que nada me va a detener. Me querían de regreso y ahora me tienen. Supongo que ellos mismos se lo buscaron.
Respiro profundo pensando en cuál será mi próximo paso, cuando veo salir de la mansión a mi querida hermana. No tiene un buen semblante, y aunque intenta controlarse, sus ojos buscan con desesperación a alguien.
La veo observar todo el panorama, y la conozco lo suficiente como para ver cómo destellan sus ojos por la ambición de querer tenerlo todo. Aunque cada ma