*Miedo*
Amalia estaba de regreso en casa y enseguida llamó a Dylan para contarle lo que había sucedido con la tarjeta. Ella estaba muy nerviosa, pues no conocía de la manera en que podía actuar Dante, al enterarse del nacimiento del bebé.
Él no la pudo visitar en cuanto lo contactó, pero tres días después se presentó con un gran peluche y regalos para el pequeño bebé.
—¡Bienvenido al mundo! —Dylan tomó en sus brazos al pequeño y estaba muy feliz de conocerlo. —Es hermoso mi sobrino. Muchas felicidades. ¿Está todo bien con su salud?
—Gracias. La doctora dejó un diagnóstico positivo para el pequeño. Esto me hace sumamente feliz…
Él se quedó observando al bebé con atención por un largo rato. —Se le ve muy normal. ¿El diagnóstico es el mismo?
—Sí. La doctora descartó problemas profundos, pero el diagnóstico es el mismo.
—Es perfecto, tiene un gran parecido a mi hermano. Por favor, dale mucho amor a este campeón.
—Amor es lo que nunca va a faltar por parte de su madre.
Ella quería dejarlo