*Una reunión*
Pasó una semana donde la búsqueda se profundizó, pero no tenían noticias alentadoras y las cosas con Mía se estaban saliendo de control. Ella insistía que era la viuda y heredera de todo y cada día actuaba más insoportable.
—Espero que hayas venido a este lugar para informarme sobre el destino que está por tomar la empresa, pues si no lo sabes, todo se está saliendo de control.
—Tienes razón y por eso he organizado una reunión para el viernes.
—¿Vas a leer el testamento?
Dylan la miró con rabia y colocó en blanco sus ojos —¡No hay testamento!
—¿Entonces para qué será la reunión?
—Junto a los padres de Dante hemos decidido dejar el manejo y control de la empresa en manos de los herederos que ha dejado mi amigo.
—¡Es lo correcto! —celebró descaradamente con una amplia sonrisa y aplausos de emoción.
—¿Te ves feliz?
Solo hasta ese momento intentó disimular su alegría, pero ya era más que obvio su total desinterés.
—Siento que llevando la empresa a la cima, honraré el nombre