Kareelle:
Me despierto sobresaltada, otra vez las recurrentes pesadillas. Al principio sólo planeaba ignorarlas, pero estas se hacen más recurrentes, por no decir que frecuentes.
Me levanto y me dirijo a la ducha. Me quedo bajo el chorro durante veinte minutos; salgo, me cambio con rapidez y bajo a la cocina para desayunar un tazón de cereal. Cuando termino, lavo el tazón, cierro la puerta y me dirijo a la parada del autobús.
Cuando llego, me topo con Daied, me percato que cerca de él, están Marcus y su pandilla. Me acerco a grandes zancadas hacia él.
- Buenos días –digo un poco alto, indicándoles a Marcus y compañía que estoy aquí.
- Buenos días –dice sorprendido, y no lo culpo.
- ¿Nos vamos? –digo antes de tomarlo de la mano, sin darle tiempo a responder. Lo llevo hasta el salón.