GRIS
Las manos me tiemblan, el frío avasalla mi corazón y siento que el alma se me va del cuerpo a cada tanto. A lo lejos escucho a Nathaniel hablando con Raze, Prim trata de consolarme dándome palmaditas en la espalda, pero nada sirve, hace rato que estoy dentro de lo que parece ser la casa de Raze, y con ello vinieron después Nathaniel y Prim.—Gris…Sé que me llama mi mejor amiga, pero es que no puedo ni responder, mi hijo falleció, mi bebé, ni siquiera pude despedirme de él, y ahora no solo Dylan y su familia me habían quitado el derecho con ello, sino, que lo han enterrado sin siquiera avisar dónde. Hace tres horas que no he parado de llorar y el pecho me duele. Pero no me importa.—Griselda —Nathaniel se acerca a mí poniéndose en cuclillas.—Lo siento —susurro entre lágrimas que salen en medio del silencio que me avasalla.—¿Por qué? —me pregunta.Pero no es por él, sino, por mi bebé, Oliver, lo