Cena en Familia y un Mensaje Inesperado
Los días habían pasado, la tensión de los periodistas que rondaban a Mary y a mí había bajado un poco. Solo quedaba un día en DC, y teníamos un debate en Chicago. Algunos seguían preguntando y pidiendo entrevistas con ambos, solo por morbo mediático, pero aun así, Mary y yo seguimos saliendo; los mensajes seguían y mis padres, a quienes casi no les importaba con quién saliera, o a quién le hablara, esta vez quisieron conocer a Mary.
Eran alrededor de las ocho de la noche cuando Mary llegaba a la casa de mis padres. Era verano y hacía suficiente calor, por lo cual yo llevaba una bermuda verde y una camisa playera con palmas en ellas. Mary había llegado con una tarta de manzana casera, el aroma dulce ya prometiendo un postre delicioso, y con ropa veraniega: una falda corta blanca y blusa azul con círculos blancos. Y sí, si es lo que están pensando, era un estilo muy de los años 50, que le sentaba de maravilla.
__No opines__dijo mientras me saludab