Capítulo 34. Tregua de la convicción.
Capítulo 34.
Tregua de la Convicción.
Máximo extiende su mano y toma la de ella, atrayéndola a su lado con suavidad, a pesar de las vías y los monitores. Su voz es débil, apenas un murmullo, pero firme y con el tono persuasivo que lo hace el magnate que es. “Cariño, mírame. Sé lo que sufres al dejar a Cristal, con esa mentira de que estoy ‘de viaje’. Ella necesita a su padre cerca, necesita la verdad, no una excusa vacía. Y yo te necesito a ti bien, descansada. En casa estaré mejor, y tú podrás estar con nuestra hija y conmigo. No puedo tenerte en este hospital, caminando kilómetros cada noche, con mis hijos creciendo en tu vientre. Es un riesgo innecesario.”
Kaitlyn tira suavemente de su mano. “Pero… ¿y las indicaciones médicas? ¿Y la vigilancia? Sabes que si algo sucede, en casa el tiempo de reacción es vital. ¿Por qué arriesgarte así, Máximo?”
“Gustavo te lo ha dicho: vigilancia estricta y una enfermera 24/7. Es mi casa, es un penthouse con un equipo médico de emergencia instal