CAPITULO 8 GUERRA DE VOLUNTADES

Melisa llego a la sala de Juntas  y noto que ya todos estaban allí.

—Así es como espera ser parte de la Junta Directiva de este Corporativo, llegando tarde en su primer día- Cuestiono Daniel Travers

— Lo siento, no volverá a suceder- contesto disimulando el enojo que le producía su cuestionamiento. No, No iba a darle el gusto que la viera afectada

—Siéntese, no retrasemos más por su culpa esta reunión.- espeto con seriedad.

Melisa ocupo el asiento al lado de Vincent recibiendo de el una sonrisa de apoyo, al igual que de Sofía.

—Porque estas reuniones deben ser tan temprano además, yo nunca tuve que venir a una junta- indico Sofía haciendo un puchero, se notaba que le costaba levantarse temprano.

— Porque tu padre, siempre controlo tus acciones hasta que cumplieras la mayoría de edad pero ahora es tiempo que asumas tu rol como accionista, lo mismo va para ti Vincent, ya sabes lo que Frank estipulo en su testamento para ti- le recordó a Vincent, quien realmente era su adoración, y sabía que ella tenía mucha culpa en su falta de compromiso por haberlo mimado en exceso.

—No sé, porque todos se empeñan en que debo enseriarme, acaso quieren verme como Daniels, siempre perfecto, siempre tan trabajador e incapaz de sonreír ante la sencillez de un día asoleado o de las cosas cotidianas que nos permiten ser almas libres, sin ataduras, no quiero ser un amargado, punto- inquirió desatando el enojo de su hermano mayor

—Lo que tú llamas alma libre, disfrutar de la sencillez de la vida, no es más que holgazanería e irresponsabilidad- riposto Daniels cuestionándolo.

— Bien basta de atacarnos unos a los otros, creo que estamos del mismo bando, o no? - Refuto Lucia Travis mirando a sus hijos y lanzando una mirada despreciativa a Melisa

— Todo depende que guerra quieras iniciar madre- apunto Vincent

-— Opino igual que Vincent- acordó con el Sofía mostrando su apoyo ahora por su hermana.

Lucia lanzo un suspiro, y apoyándose en quien era su único aliado manifestó

-— Al menos tengo de mi lado alguien maduro y que sé que no me dejara jamás sola, por eso he decidido que desde hoy hasta un periodo de 1 año, sea Daniels quien tenga el control sobre mis acciones 50 % y que esté al frente del Corporativo

—Hermanito dejaras tu vida en Brasil y a tus amadas cariocas- se burló Vincent

-— Vincent por favor, deja tus chistes sin gracia- lo regaño su madre

Daniels puntualizo con su acostumbrada seriedad.

— Afortunadamente estarán Eduardo y Alejandro, mis socios al frente y un personal de mucha confianza y capacitación que manejaran mis negocios, aunque claro nos los descuidare del todo, a veces deberé viajar y supervisar, sin embargo este año lo dedicare al patrimonio de esta familia, que es su patrimonio Sofía y tuyo Vincent- señalo- por eso estoy dispuesto a hacer lo mejor posible y efectivamente librar las batallas que deba librar.

Al oír esto a Melisa no le quedaron dudas que tanto Lucia Travis y el le habían declarado la guerra pero ella no se dejaría intimidar así que decidió hacer oír su voz

—Puedo decir algo? Pregunto respirando profundo y armándose del valor que se da por una trato injusto

—Claro- accedió Daniels, sin sorprenderse, conocía ya de su temple y expectante espero lo que iba a decir.

—Como dueña del 30 % en la mayoría de los casos quizás no pueda tener mucha decisión en algunas cosas,

— A menos que consigas algunos aliados,- apunto Daniels mirando amenazante a Sofía y Vincent.

Al parecer no le hacía mucha gracia que ellos la apoyaran, pero eso lo iba a dejar para después, así que haciendo caso omiso a sus palabras, continuo:

— Lo que si espero es contribuir con trabajo y aportar sugerencias que puedan ser de provecho para el Corporativo y también para los empleados, por cierto, cuando venía para acá, escuche a algunos trabajadores hablar de ir a una posible huelga

—Si ya vienen amenazando con eso hace tiempo y no lo harán, eso para ellos significa morirse de hambre- Indico Daniels restándole importancia al asunto y molesto por su intromisión en dicho asunto.

—No subestime la pobreza, porque a veces la dignidad vale más que tener que llevarse un pedazo de pan a la boca.

—En fin, no es el tema que nos trae hoy aquí, sino aclarar que responsabilidades va a tener cada uno como socio, cuál será el rol que cada uno de ahora en adelante deberá jugar

—En cuanto a ti Sofía, pronto iniciarías la universidad y debes avocarte a tus estudios, así que si lo deseas, yo seguirá manejando tus acciones

—Claro hermano, te lo agradezco-acordo aliviada.

—Y a ti Sebastián no se te ocurra pedírmelo, vendrás a trabajar a esta empresa y aprenderás a ser responsable o de lo contrario no veras un medio para tu manutención, y madre tú me apoyaras en esto

—Claro, tu hermano tiene razón

—Si no tengo otra opción, aunque ahora tengo un motivo para venir todos lo días- apunto con picardía guiñándole el ojo a Melisa quien le correspondió con una sonrisa, lo que molesto a Daniel

—En cuanto a usted Srta. Hartley que papel pretende desempeñar aquí

—Quiero aprender todo lo relativo al negocio, y aportar todo lo que pueda en conocimiento, esfuerzo, dedicación

— Me imagino que quieres una oficina, la tendrás

— Daniels– riposto su madre escandalizada ante esa idea

—Madre, déjame manejar esto a mi modo, si quieres que yo esté al frente las cosas se harán como yo digo, y eso va también con usted Srta. Hartley

— Mi idea no es iniciar una guerra, pero solo quiero que sepa que si me atacan se me defender

—La gatita saco las uñas-apunto mordaz Daniels

—Daniels no tienes que tratar así a Melisa,- la defendió Vincent- recuerda que fue Frank quien estipulo que ella estuviera aquí, así que debemos respetar su voluntad

—Además les guste o no, es mi hermana, es parte de la familia y ella tiene mi apoyo- apunto también Sofía

Ser defendida por Vincent y especialmente por su hermana la lleno de emoción y tuvo que luchar por las ganas que tenia de llorar.

Media hora más tarde la reunión se daba por concluida y Doña Lucia fue la primera en retirarse, estaba visiblemente molesta por el giro de los acontecimientos, Sofía también se retiró con ella, pero no sin antes ir a donde estaba Melisa y decirle:

— Me alegra tanto tenerte como hermana

—Yo también- respondió emocionada hasta las lágrimas y que no pasaron desapercibidas para Daniels Travers, quien la miro con el ceño fruncido.

Que quería este hombre, Por Dios que toda la familia la odiara, era un ser despreciable, y lamento pensar que podría aspirar a ser por lo menos su amiga.

Lo cierto es que desde el primer momento que lo vio, algo especial sucedió, su corazón, su cuerpo, todo su ser se sintió atraída a él, pero ahora después de saber que el la consideraba alguien indeseable en su casa, en su familia y en su vida solo quería mantener la distancia que fuese posible entre ellos.

Vincent entonces le dijo.

—Querida Melisa me toca a mí llevarte a casa, pero antes te invito a almorzar

Melisa iba a aceptar encantada cuando la voz fría y dictatorial de Daniel la interrumpió

-— Melisa se queda, - ordeno sin derecho a replicas y añadió- aún quedan algunos puntos que discutir y también le mostrare su oficina.

-— Si algo sabia Vincent que no era buena idea contradecir ni confrontar a su hermano mayor, así que sin más acepto

— En ese caso dejaremos lo del almuerzo para otro día, querida, lo bueno es que al vivir en nuestra casa, tendremos mucho tiempo para conocernos y hablar- le dio un beso en la mano, muy ceremonial y se retiró.

—Sabes que lo que menos quiere mi hermano es hablar contigo?- cuestiono Daniels

— Perdón?. Ella se volvió a él y lo enfrento furiosa por su comentario

—Vincent se acuesta con cuanta mujer se le para enfrente- añadió mordaz- terminara siendo un trofeo más, y luego te olvidara

— Y que le hace suponer que yo quiera acostarme con él?- pregunto colocando las manos en su cintura en forma de jarra

Vaya que grosero y mal pensado era este tipo

— No he dicho eso, pero a juzgar por tus antecedentes

—Mis antecedentes

Ahora si la iba a oír

—Si tus 5 novios, y quien sabe cuántas aventurillas mas

—Dios es usted insoportable, yo no tengo aventurillas, al parecer el león juzga por su condición.

—Te equivocas en esta familia el Don Juan es mi hermanito

—Según la revista People eres uno de los empresarios jóvenes más codiciados

—Tu lees esas revistas?' con razón tienes un maní en la cabeza, también lees novelas rosa y crees en los príncipe azul y toda la cosa-continuo en tono critico y sardonico.

—Como primer punto no tengo un maní en la cabeza, y creo que se lo he demostrado, segundo si leo o no novelas rosa es mi asunto, y tercero: Si creo que pueden llegar a existir los príncipes azules, pero también los ogros feos y desalmados, y usted es un claro ejemplo de ello

—Touche, ogro, feo y desalmado, así me ves- su tono de voz denotaba cierta afectacion.

Caramba tampoco le gustaba ser juzgado, pero si le gustaba juzgar a los demás

Bien dicho, no se arrepentía.

—Estoy esperando una respuesta-demando el con los brazos cruzados

—Obviamente feo no es, es más bien, muy bien parecido-reconocio 

—Guapo-pregunto el y le parecia ver un brillo divertido en sus ojos precioso gris acerado.

—Sí, un poco-concedio

— Y ogro y desalmado-señalo ahora 

—Quizás me extralimite, pero debe reconocer que se ha portado muy feo conmigo-explico sin dar su brazo a torcer del todo.

—Tienes razón- reconoció con su hermosa voz aterciopelada

¡Calmate Melisa no caigas bajo su embrujo!

No esperaba que le diera la razón, así que eso automáticamente la dejo fuera de combate. Sin embargo aún estaban en su cabeza aquellas palabras que revoloteaban e "Lo que más deseo es que salga pronto de nuestras vidas"

Así que la ira acumulada y guardada por tan hirientes palabras, afloro

—Había un motivo especial, además de insúltame, para que me hiciera perder una invitación para almorzar

—Y claro está, lo lamentas mucho- riposto molesto

—Sí, mucho- le sostuvo la mirada donde iba implícito un reto, la firme determinación de una joven que no se dejaría amedrentar por nada ni nadie.

La guerra de voluntades había iniciado, ahora habría que esperar para ver quien saldría victorioso.

—Ven te llevare a tu oficina- sugirió en un tono más amable

Salieron al pasillo y cruzaron a mano derecha a tres puertas se detuvieron y el abrió para permitir el acceso de ella al lugar

Melisa detallo enseguida que era una oficina muy amplia, con un mobiliario muy elegante, también había y era lo que más le gustaba un ventanal desde donde se podía ver la ciudad, pero sin duda era la oficina para un hombre, así que ella tendría que redecorarla.

—Y bien te gusta tu oficina?- pregunto el detrás de ella con su hermosa voz aterciopelada y de pronto Melisa noto que toda su actitud cambio, nuevamente su tono de voz y su mirada eran más cálidas.

—Ella se volvió sin poder disimular su felicidad

—Es hermosa aunque un poco conservadora y masculina para mi gusto- apunto, aunque para ella esa era lo de menos le importaba

—Podrás decorarla a tu gusto- índico condescendiente

—Lo hare- acordó tomando asiento en el escritorio

—Esto se siente bien

—El sillón o el poder- apunto el en tono suspicaz

—Las dos cosas-acordó con la única intención de molestarlo, si ella era considerada ya una arribista, pues que lo piensen, no tenía fuerzas de negar algo si era notorio que ellos jamás dejarían de pensar lo peor de ella.

— Mañana ve con Julia de finanzas y ponte de acuerdo con ella para que compres todo lo que te haga falta para decorar tu oficina

—No es necesario.....

—1 año estarás aquí, por lo menos que en ese tiempo, estés lo más cómoda posible, te parece

No supo que responder, sus cambios inusuales de actitud la tenían completamente noqueada y confundida.

Esa tarde fue a finanzas como el pidió Daniels y se fue a comprar flores, portarretratos, un cuadro hermoso.

A las 4 pm llego cargada y feliz y se topó con Daniels cuando salió del ascensor.

- Veo que me hiciste caso, en un rato paso por tu oficina a ver como quedo

- Esta bien

Feliz empezó a decorar la oficina, imprimiendo algunas fotos que bajo de internet de su padre, y su hermana y una de ella que tenía., coloco el cuadro, y el ramo de flores rojas sobre su escritorio y una plantita natural junto con un reloj de arena que le encanto.

—Listo

—Te quedo muy bien decorada- la voz de Daniels la hizo girar y quedar frente a el. Su voz sonaba sincera sin embargo, no podía olvidar que el único deseo de el es que pasara rápido este año paraqué se fuera.

—Gracias

— Ya son las 5, ya puedes irte- ¿le sugirio o ordeno?

— ¿Y tú?-le pregunto ella a su vez

—Me quedare trabajando, enviare a uno de los choferes de la empresa para que te lleven a la casa

—No hace falta me iré con Vincent

— Esta bien, como prefieras-le dijo en tono seco- Buenas tardes Srta. Hartley,

Cuando salió una emoción la invadió y es que aunque sabía que debía odiarlo, no podía, Daniels derrumbaba todas sus defensas y la hacía sentir como nunca antes se había sentido.

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