Una semana después de haber regresado a Seattle Melisa, Daniels y los niños ven una película infantil, comiendo cotufas y riendo porque son felices, porque no dejaran que nada logre disfrazar la bendición que Dios les ha dado al entregarles su bella familia.

Tocan a la puerta y Daniels va a abrir y reciben aquella visita que cambiara sus vidas.

A veces estas tan sumido en la oscuridad y en lo que crees no ves que el milagro que tanto has pedido esta delante de ti, pero llega alguien enviado por Dios para aclarar el panorama y traer luz.

1 Corintios 13:13

14 años después

Melisa se ha terminado de arreglar, se ha puesto un vestido sencillo de algodón color malva que se adhiere a su silueta y al verse en el espejo se siente complacida pues ya tiene 41 años sin embargo conserva toda una figura que causa envidia en las demás mujeres.

Pero nada es gratis, ella es una mujer que se cuida muy bien,