Estaba acostada tranquilamente en la cama viendo una película cuando mis ojos se desviaron descaradamente hacia el cuerpo desnudo de Gerald.
A juzgar por su ceño fruncido, sus rasgos tensos, sus cejas fruncidas y su voz más gruesa de lo habitual, estaba realmente enojado.
—¿Vas a usar algo para cubrirte o vas a caminar por la casa así?
—Carlos no está aquí, así que puedo estar como quiera.
—Wow, eres un padre excelente.
Volvió a caminar para detenerse frente a mí dejándome ver su cuerpo por completo. Realmente me hizo maldecir deseando que estuviera dentro de mí, queriendo dejar a un lado mi orgullo, aprovechando que la casa está sola para comérsela por completo y reiniciar todo desde 0.
—Soy un buen padre, a mi manera pero lo soy, no se puede decir lo contrario.
—Sí, eres tan buen padre que hasta su maestra te quiere —le respondí irónicamente —deberías ir a sus clases.
—Al menos me daría mejores clases que tú.
Abrí la boca y lo vi impresionada, fuera en serio o no, eso me había lasti