Capítulo 122: Odios y razones.
Ojos verdes como esmeraldas miraban a sus zafiros con una extraña mezcla de añoranza y rencor, aquel encuentro había sido repentino, mas no inesperado, ya esperaba que la odiada rubia hiciera su aparición en cualquier momento, nadie más que el conocía a la perfección a Ginevra Armani…después de todo, había cuidado de ella demasiado tiempo, además, siendo tan predecible ante sus ojos como era, sabía que la rubia de ojos verdes no podría dejar el reflector sobre Laurent luego de su aparición, estaba bastante seguro que no tardaría en aparecer después de aquello, después de todo, Ginevra adoraba ser el centro del espectáculo, aquella mujer a la que una vez quiso, quien lo había traicionado de la peor de las maneras y que, además de ello, se había atrevido a casi asesinar a su esposa e hijos…la odiaba, en verdad, la odiaba y jamás podría perdonarla por nada de ello.
— No sé si juzgarte muy valiente o muy estúpida, te lo había advertido, si volvía a ver tu rostro asomándose cerca del mío,