~Lira~

Oh, Dios mío.

Lo dije, jodidamente lo dije.

Y en el segundo que la palabra salió de mis labios, quise metérmela de nuevo con ambas manos, y tal vez un calcetín.

Su cara no se movió, pero todo lo demás sí; la habitación, el aire, el pasillo. Yo lo sentí, ese cambio.

—Vaya. —Dijo Damián.

Su boca ni siquiera mostró los dientes al hablar, pero no los necesitaba. Solo con esa palabra, me destripó.

—Piérdete de mi vista también, Lira.

Entré en pánico. —No, espera... puedo expli...

—Dije que te largaras.

La forma en que me interrumpió, como si fuera una mancha, como si no fuera solo un error, sino una pérdida de aliento para él, hizo que me tambaleara un paso hacia atrás, mi visión ardía, mi garganta se cerró como si no pudiera soportar la presión de tragar todo lo que quería gritar.

Pero no podía irme, de hecho, no me moví, porque de repente, él estaba caminando hacia mí. Rápido.

Su mandíbula estaba apretada, su pecho subía y bajaba, sus puños estaban sueltos a sus costados como si s