~Damián~

—Debí haberte doblado sobre la mesa esa primera noche —gruñí contra su oído, con mis caderas chocando con ella por detrás, tenía una mano en su pelo y la otra magullando su cadera—. Debí haber llenado este coñito apretado con la polla de Papi mientras Natasha estaba arriba pintándose las putas uñas.

Lira sollozaba en la almohada, pero no de dolor. Era por la forma en que su cuerpo perdía el control de nuevo, la forma en que temblaba como un cable con corriente, su coño prácticamente me chupaba más profundo ,como si estuviera hambriento, como si esta no fuera la primera vez que la follaba como un monstruo, como si no fuera a ser la última.

—¿Por qué no te detienes, Damián? —Gimoteó, sus dedos arañaban las sábanas como si le debieran algo. Su espalda se arqueó hacia mí, su trasero rebotaba con cada embestida, su voz se quebró—. ¿Por qué...? Oh, joder... ¿por qué no te detienes...? Tu hija está afuera... mi mejor amiga está afuera...

Debí haberme detenido cuando lo dijo, cuando s