~Lira~
Ok, ok, ok. Espera.
¿QUÉ. DEMONIOS. ACABA. DE PASAR?
Parpadeé una, dos veces.
Mis piernas estaban adoloridas, como si un camión me hubiera pasado por encima, como si un santo y jodido Alfa me hubiera hecho daño. Mis muslos temblaban incluso antes de moverme y sentía una extraña presión palpitante entre ellos, como si alguien me hubiera metido una jodida rama de árbol y la hubiera dejado allí.
Todavía no estaba completamente despierta.
¿Pero mi primer pensamiento?
"Me follé al papá de mi mejor amiga".
No, espera. Eso no estaba bien.
"El papá de mi mejor amiga me folló".
Jadeé, llevándome la mano a la boca como si eso pudiera callar mi cerebro, pero no funcionó. Se hizo más fuerte.
Cogimos, lo hicimos. Por fin probé la polla del jodido Damián Espinaval.
Oh, Dios mío.
Oh, Dios mío.
Lo sentí en mi garganta de nuevo, como si mi boca lo recordara. Mi lengua se movió como si todavía pudiera saborearlo, era salado, amargo, tan jodidamente enorme que me atraganté como una puta virgen, y