~Lira~

Mis ojos se cerraron de golpe, y no fue algo suave, ni inocente. Se sintió como un colapso, como si mi cuerpo hubiera sufrido un cortocircuito bajo la presión de su presencia, como si mi mente no pudiera soportar el calor que me invadió en el instante en que sus dedos rozaron la parte superior de mi pecho. Todo dentro de mí se tensó; mi vagina, mi estómago y mi garganta.

Fue como si todos mis nervios hubieran sido recableados solo para él, para sentirlo, para desearlo. Para, joder, necesitarlo como el oxígeno que no me había ganado.

Ni siquiera me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración hasta que mis labios se entreabrieron y el aire escapó de mí con un temblor, como un gemido que tenía demasiado miedo de dejar salir.

Porque ya no estaba solo de pie allí, me estaba desmoronando. Mi bata ya estaba suelta, abierta, apenas cubriendo nada. Mis pezones estaban duros... puntos doloridos bajo la seda. Mi piel se sentía demasiado tirante. Mi centro palpitaba tan violentamente