Capítulo 37. El Anuncio de Armand.
POV Jeremy.
Los días siguientes a la publicación del artículo de Mía fueron una pesadilla. El teléfono no dejaba de sonar: llamadas de abogados, de Joseph, incluso de algunos periodistas que Mía había puesto sobre aviso.
Mi aislamiento en el cubículo de "Productos Menores" en la Corporación Walton era casi un alivio comparado con la tormenta mediática que se desataba.
La situación con Mía se volvió insostenible. Romero, mi abogado, me empujó a la mesa de negociación. Estábamos en una pequeña sala de conferencias, en un edificio neutral.
Mía estaba sentada al otro lado de la mesa, con su abogado, el cual tenía una sonrisa de tiburón. Ella me miraba con una frialdad que me perforaba.
—Jeremy, la propuesta de la señora Calavai sigue en pie —comenzó el abogado de Mía, un hombre impecable de traje a medida. —Una pensión sustancial, la mitad de los bienes adquiridos, y la liquidación del apartamento. Si lo aceptamos ahora, podemos evitar el circo mediático de un juicio.
—¡El circo mediático