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- Maciel, no sabes cuánto te extraño. Pensé en invitarte a cenar y así podría agradecerte por lo que hiciste, recordarnos el pasado...
- Ya basta Anastasia, si viniste a hablar sobre cosas del pasado, infelizmente no tengo tiempo para eso.
- Vine a hablar de negocios también Maciel, quiero que me hagas un buen precio por algunas acciones de la empresa.
- No te entiendo, tenías acciones valiosas y las vendiste hace poco para disfrutar de la vida.
- Pero me arrepiento y ahora tengo otras propiedades, necesito que me vendas a un buen precio.
- Hablaré con Ángela que es nuestra contadora para pasarte los valores actuales, debes hacer toda la transacción con ella y Fernando que es él vive presidente y a partir de ahora cuida esa parte.
- Pero pensé que podríamos resolver esto aquí y ahora mismo, o ya que insiste, podemos aprovechar para negociar parte de ellas fuera de aquí. Quién sabe, quería venir a casa y tomar un whisky.
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Ella hizo una cruzada de piernas y, por supuesto, Mac