Paul miró a Bruno, su asistente poco se equivoca, pero si eso fuese así, él mismo lo iba a comprobar y ya mismo, así que solo se levantó cargado de un deseo más profundo por dentro.
—Ya vuelvo— Paul estaba a punto de salir de la habitación cuando las palabras sabías de Bruno lo detuvieron.
—No la vayas a lastimar, ella no es mala persona—
Paul asintió y se marchó, mientras que Luna molesta y asustada empezó a hacer la maleta, ella no tiene por qué soportar un abuso de ese tamaño, menos que él quiera hacerla suya a la fuerza, pero jamás pensó que Paul iría a buscarla y menos que vería lo que él fue a mostrarle.
No fue difícil para el empujar la puerta con fuerza.
—¿Qué crees que haces? — al verla hacer la maleta le molesto.
Ella volteo en medio de la ira y la molestia, era una profesional que solo aceptó el trabajo para poder terminar su último escalón en la universidad, pero no dejaría que fuese a costa de su cuerpo.
—Ya te lo dije Paul, me voy, no soportaré tus palabras groser