>>> Margot Delacroix:

Fueron dos horas de sets.

En una pausa, Bastien arrastró una silla hacia mí.

—Siéntate —me dijo.

Llegaron los biberones. Los dos, con leche materna. Sentí ese tirón en el pecho que es físico y emocional al mismo tiempo.

Tomé a Bianca, la acomodé en mis brazos, y le di del biberón, ella se pegó con gran entusiasmo, tomando la leche, casi con desesperación. Bastien agarró a Charlie en sus brazos, y de pie, mientras caminaba suavemente de un lado a otro le dio el biberón.

—Bastien Junior sí que tiene hambre —sonrió ese hombre.

—Basta con eso —le hice un puchero—. Se llama Charlie. Y no te muevas así mientras lo estás alimentando a no ser que quieras que te vomite~ —reí con malicia.

—Mira cómo sujeta el biberón —bromeó él, con voz baja—. Está bien si Bastien Junior vomita a papá~ no me importa.

Mis ojos se aguaron por estupideces que él decía… Por cansancio, por todo… Y yo… Traté de no llorar… ¡Sabía que él lo estaba haciendo a propósito!, una familia…