Capítulo 36: Fuera de su alcance.
Tristan seguía leyendo el documento con el ceño fruncido, como si esperara encontrar una trampa entre las letras impresas.
Lo sostuvo frente a la luz natural que entraba por la ventana, por costumbre.
—Esto… esto lo tengo que verificar con mis contactos… —dijo ese hombre al fin, en voz baja pero decidida—. No me fío de Bastien. Capaz que esto es solo un juego más de su parte… para hacerte bajar la guardia.
Margot asintió con suavidad. Comprendía perfectamente.
—Hazlo —dijo ella, sin rencor, y con una firmeza casi serena—. Aunque parece real. Él ni siquiera quiso estar presente, quizá porque… No le importé en lo más mínimo… —soltó la mujer, sin poder evitar sentirse… Usada y desechada como un objeto cualquiera.
Él la observó por un segundo más, y luego dejó el sobre sobre la mesa con cuidado, como si fuera una pieza de ajedrez que aún no decidía cómo usar.
—¿Trajiste tus cosas? ¿Tu equipaje?
La pregunta pareció cortarle el aliento a Margot. Bajó la mirada y su expresión cambi