Capítulo 77: La única que he amado.
Margot estaba descalza, su vestido arrastrando por el suelo, el maquillaje corrido, los ojos verdes deshechos en lágrimas y furia.
Apenas lo vio bajar las escaleras, comenzó a gritar.
—¡Maldito seas, Bastien! ¡Eres un desgraciado! ¡Un monstruo!
Él descendió con calma, su silueta imponente bajo las lámparas de cristal.
Margot corrió hacia una mesa decorativa, tomó un florero de cristal y….
—¡¡¡MUÉRETE!!!
¡CRAAAANK!
El florero voló hacia él, pero Bastien se ladeó con rapidez y los fragmentos estallaron contra la pared detrás.
¡PUUUM!
El agua y las flores se esparcieron en el mármol.
Margot corrió hacia él, con la mano alzada lista para golpearlo.
¡Pero él fue más rápido!
La sujetó de los brazos en un movimiento firme y brusco, tirando de ella hacia su cuerpo.
Sus pechos chocaron contra el torso de él, el espacio entre ambos desapareció.
—Ah…. Déjame… Dame a mis bebés… —pedía ella con la voz quebradiza.
Bastien inclinó el rostro, con su boca apenas rozando