En la entrada los dos autos de los dos alfas estaban parqueados. Leticia tenía un puchero en sus labios.
-vas a seguir así- Cassandra por fin se pudo acercar a ella después que la brisa disipara un poco el olor del alfa sobre su cuerpo
-Es que se me acabó el tiempo contigo- el puchero de Leticia se hizo más grande.
Cassandra alzó una ceja.
-Vaya, me siento elogiada que me quieras tanto, más que a tu pareja- miró de reojo a Rayan que gruñó levemente. Lo estaba provocando.
-No es lo mismo- Leticia ajena a todo aquello- a Rayan lo vengo viendo tanto que hasta podría cansarme de él, pero tú y yo solo pasamos una noche juntas después de mucho tiempo y ahora te vas para tu casa.
-Eso sonó un poco raro y más siendo primas- Gavel comentó desbloqueando su auto con el control de la llave.
Cassandra sonrió deteniéndose delante del auto de Gavel.
-Dice esos, pero en cuanto vuelvas a la casa de ese alfa de ahí te olvidarás por completo de mí, así que deja la perreta.
Leticia apretó los dientes.
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