—¿Es esto lo más importante? —Vicente guardó silencio durante dos segundos antes de hablar.
—Sí. —respondió Diego.
—¿Tienes miedo de que yo también le declare mi amor a Irene? —Vicente estaba realmente sorprendido.
—Principalmente porque mi hermana Ire es demasiado increíble...
—Ya lo sabías desde antes, ¿y aún así te divorcias? —Vicente lo reprendió con enojo.
Diego se quedó en silencio.
—¿Ahora te das cuenta de que te arrepientes? ¿Cuántas veces te lo advertí y no me escuchaste? —dijo Vicente.
—Lo sé. —Diego habló en un tono bajo—. No volverá a suceder.
Vicente sabía que Diego estaba sufriendo, pero al pensar en lo que había hecho, incluso él, como espectador, no podía evitar querer darle un golpe. Y eso sin contar a Irene.
—Voy a buscar a Irene para preguntar sobre Estrellita. —dijo Vicente.
—¿Estrellita aún no ha aceptado agregarte? —preguntó Diego.
—¿Por qué le llamas Estrellita? —Vicente respondió—. ¿Tan cercano eres con ella?
—Ustedes ni se conocen; ¿no crees que te estás adelan