Estrella había perfeccionado su habilidad culinaria en los últimos años, y ahora preparaba platos que eran un deleite para los sentidos.
Los cuatro pasaron un día relajado en casa, y antes de dormir, ayudaron a Irene a elegir su ropa y zapatos, ya que al día siguiente era la fiesta de compromiso de Sofía.
Para Bella y Estrella, no era solo una fiesta de compromiso, era una batalla que debían ganar con estilo.
Como Irene se negaba a usar joyas, Estrella eligió para ella un vestido con un escote adornado. Era de un negro puro, que al frente parecía sencillo, pero tenía la espalda descubierta, lo que resaltaba perfectamente la piel blanca y hermosa de Irene. Afortunadamente, solo mostraba una parte; si se hubiera tratado de un escote más atrevido, Irene no lo habría aceptado.
Sin embargo, Irene no esperaba que la fiesta de compromiso de Sofía fuera tan animada.
La celebración se llevó a cabo en un hotel de cinco estrellas, Majotán. Bella incluso había comentado que las verdaderas familias