Irene tomó el ascensor y se dirigió al lugar acordado. Primero se reunió con sus socios y luego regresó directamente a su habitación.
Con Ezequiel y Diego buscando su atención, pensó que quedarse en su habitación sería la mejor opción. Una vez firmados los contratos, se iría.
Mientras estaba en su habitación, recibió una llamada de Bella.
—Ezequiel es un perro, y tiene intenciones contigo, así que ten cuidado. —Bella le advirtió sin rodeos.
—Lo sé. Estoy en la habitación y no planeo salir. Solo firmaré el contrato y me iré. —Irene respondió.
—Ire, eres demasiado excelente; esos hombres no tienen mucho que ofrecer, pero saben reconocer el talento. —Bella suspiró.
—¿Qué excelencia? Si fuera tan buena, no estaría divorciada. —Irene sonrió con ironía.
—¿Qué dices? El divorcio fue porque no queremos a ese Diego, no porque nos hayan dejado. Además, él sigue persiguiéndote, ¿no es eso una señal de que eres admirable? ¿Crees que todos los ricos son tontos? Su dinero no cae del cielo, son astut