—Si esta es la gema que custodiaban los dragones… entonces ¿de dónde salió la que tengo yo? —pregunté.
—Es probable que se trate de la gema que pertenecía a los druidas —respondió el Rey.
—¿Cómo puede estar tan seguro? —intervino Liam.
—La tercera gema fue entregada a un ángel. Y cuando ella desapareció, se dice que llevó la gema lejos de esta realidad.
—¿Dijiste ella? Siempre imaginé que era un hombre —comenté sorprendida.
—No, ella fue la última de su especie. Estuvo oculta durante mucho tiempo, viviendo entre nosotros. Cuando Calix, el hijo de Pandora, murió, ella cayó en una profunda tristeza. Estuvo enferma durante meses, y luego de mucho tiempo dijo que debía marcharse. Aún recuerdo ese día —dijo el Rey Druida con nostalgia.
—¿Puede hablarnos un poco más sobre ella? Nos sería de gran ayuda para encontrar la tercera gema —dijo Liam.
—Espera, Liam... ya tenemos dos gemas. ¿No crees que con ellas sea suficiente para terminar con esto?
—No. Se requieren las tres gemas para ejecutar